Avance cualitativo en la lucha contra el fraude

Concienciación como receta para mejorar el cumplimiento voluntario de nuestras obligaciones tributarias. O, mirándolo desde el otro lado de la moneda, como fórmula para reducir el fraude. Partiendo de esta premisa, el pasado lunes rubricamos el acuerdo por el que extendemos a Araba y Bizkaia la unidad didáctica sobre economía y fiscalidad que actualmente se imparte en una treintena de centros escolares de Gipuzkoa. Hito importante.

No se valora aquello que no se conoce y no se defiende aquello que no se valora, por lo que el objetivo del módulo educativo de la Hacienda foral no es otro que hacer pedagogía sobre el sistema tributario y todo lo que gracias a ello se financia. Es decir, dar a conocer a nuestros jóvenes nuestro sistema público y hacerles ver la importancia que tiene: de los impuestos que pagamos todos y todas dependen el centro escolar en el que estudian, el autobús en el que vuelven a casa, el médico que les atiende cuando están enfermos… No hay mejor inversión a futuro que concienciar a las generaciones del mañana.

El poeta estadounidense Oliver Wendell Holmes dijo una vez que “los impuestos son el precio que pagamos por una sociedad civilizada” y, si queremos seguir siéndolo, debemos de interiorizar la idea para poder luego defenderla. Desde la Hacienda foral seguiremos destinando recursos a la lucha contra el fraude, ampliando el personal que se dedica a ello o actuando a pie de calle, pero el avance real lo daremos cualitativamente por la vía de la concienciación y la deslegitimización del fraude. También esto forma parte de nuestra estrategia integral de lucha contra la evasión fiscal.

El acuerdo del lunes, como he mencionado, es un hito que nos permite ahondar en esta dirección. La foto es, además, inédita y merece ser tomada en consideración: las tres Haciendas forales y el Gobierno Vasco en unión materializando una medida de calado en este esfuerzo. Evidencia, además, el clima de entendimiento existente entre todas las administraciones de la Comunidad Autónoma Vasca, lo que redunda en convenios de intercambio de información, en proyectos compartidos, alineación de estrategias… Estrechar la colaboración institucional también nos hace ganar efectividad en la lucha contra el fraude.

No obstante, la búsqueda de sinergias no se limita al ámbito administrativo, y precisamente en la extensión de esos puentes es en lo que se está centrando la Hacienda foral de Gipuzkoa. El caso de la unidad didáctica sobre fiscalidad y economía paradigmático: en su desarrollo e implantación hemos contado con la inestimable ayuda de las asociaciones educativas Kristau Eskola, BIHE e Ikastolen Elkartea, con el soporte técnico de las y los técnicos de Mondragon Unibertsitatea, con la labor del personal de la propia Hacienda foral, con la implicación de los propios centros escolares…

Todos y todas hemos hecho nuestro el proyecto, todas y todos hemos contribuido a su desarrollo y todos y todas somos partícipes de su éxito. No es cuestión de siglas: los intentos de patrimonializarlo y colgarse medallas son lícitos y respetables, pero en este caso están fuera de lugar. El modelo de gobernanza es abierto, colaborativo y cooperativo, y ahí radica una de las claves del buen hacer del proyecto. El logro es compartido.

La iniciativa arranca en el curso 2013/2014 con un proyecto piloto en el que participaron seis centros escolares, y a partir de ahí la cifra ha ido in crescendo. En la presente legislatura, hemos apostado por dar un nuevo impulso al programa, consiguiendo doblar el número de centros escolares hasta alcanzar el presente curso la treintena de escuelas que están impartiendo la unidad didáctica. En total, 2.000 alumnas y alumnos han cursado ya el módulo en estos cuatro años de recorrido.

Asimismo, en este 2017 también hemos ampliado el proyecto de concienciar y hacer pedagogía sobre el sector público a otras esferas educativas. En concreto, la estrategia se ha extendido a las universidades del territorio. De este modo, en el presente curso se han llevado a cabo talleres de educación tributaria en la UPV/EHU y en la Universidad de Deusto, que han contado con una gran participación y una muy buena acogida.

De cara al futuro, el objetivo es seguir creciendo. Así, coincidiendo con la extensión de la unidad didáctica a escuelas de Araba y Bizkaia, aspiramos a llevar el módulo educativo a 60 centros escolares de nuestro territorio en el curso 2017/2018. También está previsto que Mondragon Unibertsitatea y Tecnun se integren en la dinámica de talleres de educación tributaria, alcanzando así cuatro de las cinco universidades con sede física en nuestro territorio. Nuestra apuesta por el proyecto sigue y seguirá siendo firme. Que nadie dude de ello.

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