01 abr. La autovía digital de Gipuzkoa
Gipuzkoa cuenta con 89 municipios de los cuales 49 tienen menos de 2.500 habitantes. A pesar de ser un territorio avanzado y de disponer de las mejores infraestructuras y servicios, existe un desequilibrio entre los pueblos grandes y pequeños, entre lo urbano y lo rural. Así nos lo aseguraban hace unos días los ganaderos y ganaderas que participaron en Larraul en la presentación del proyecto de extensión de la Banda Ancha Ultra Rápida puesto en marcha dentro del plan Landacgipuzkoa+. Eider, del caserío Murkaiku, nos transmitió su preocupación por la dificultad que tienen sus hijas para cumplir con los trabajos de la escuela, ya que realizan todos los envíos por Internet. Asimismo, reclamaba una buena conexión para realizar los trámites necesarios para su explotación. En la misma línea, los hermanos López del caserío Izarre, en el que crían terneros, se sumaban a la urgencia de contar con banda ancha para crear una tienda online y poner cámaras de vídeo vigilancia para el control del ganado, tal y como nos indicó Denis.
Ese es uno de los grandes retos a los que se enfrenta Gipuzkoa, lograr el equilibrio territorial para garantizar el futuro de los municipios pequeños. En ese sentido, el nuestro es un territorio especialmente singular, por su orografía única y diversa. Gipuzkoa ha sido históricamente un territorio de pueblos pequeños y diseminados, llenos de vida y actividad, que han auspiciado el desarrollo cultural e identitario de Gipuzkoa. Aunque la tendencia de las últimas décadas, desde la revolución industrial, está generando el éxodo de la población a municipios más grandes a expensas de los más pequeños, especialmente, de los jóvenes y en las áreas rurales.
Queremos una Gipuzkoa con sus pueblos pequeños, sin que el interior de Gipuzkoa se reduzca al turismo y a un recuerdo bucólico de nuestro pasado. Creemos en un territorio plural, con sus comarcas y pueblos llenos de vida, generadores de dinamismo económico y social que hagan de Gipuzkoa un territorio más fuerte y competitivo. Ese es nuestro compromiso y objetivo, para el que creamos la dirección de Equilibrio Territorial y el que cuenta con un plan dotado de 25 millones de euros. Una dirección específica que cuenta con el programa Landagipuzkoa+ y con la que Gipuzkoa persigue ser el territorio de Europa con el menor desequilibrio entre lo rural y urbano, y los pueblos pequeños y grandes.
En la era de la revolución digital en la que vivimos cobra especial relevancia el programa que activamos este pasado lunes, para la expansión de la Banda Ancha Ultra Rápida en los 49 municipios de menos de 2.500 habitantecs de Gipuzkoa. Un proyecto con el que el 90% de los guipuzcoanos y guipuzcoanas de estos municipios podrán disfrutar de la misma conectividad y servicios que se ofrecen hoy en las grandes ciudades: una conexión de red mínima de 300Mbps simétricos, televisión por cable, telefonía, etc. Una iniciativa con la que pretendemos romper con la brecha digital que sufren los más pequeños y diseminados, y que no hace más que provocar el éxodo rural. Hoy en día, en una sociedad que está cada vez más abierta y conectada, y en la que estamos condicionados por la conectividad en todos los ámbitos, no podemos permitir que exista esta discriminación y perjudique en la calidad de vida de las personas.
No podemos olvidarnos de la actividad económica de estos municipios. ¿Qué va a ser de las explotaciones, caseríos y empresas de estos pueblos pequeños? Sin lugar a dudas, la falta de servicios como el de una conexión moderna a Internet afecta directamente a la competitividad de las actividades y al desarrollo del territorio. Estamos ante una verdadera oportunidad de dar un paso abismal respecto a la cohesión territorial. Tenemos la posibilidad de generar una red que situará a Gipuzkoa en uno de los territorios europeos con los pueblos pequeños más y mejor conectados digitalmente. Un proyecto equiparable al de la “rotonda de Gipuzkoa”, tal y como mencionaba el diputado general en la presentación, que favorecerá la movilidad y conexión de los guipuzcoanos en cuanto a infraestructuras viarias. Si con la “rotonda de Gipuzkoa” –una vez terminada la autovía de Deskarga– los guipuzcoanos y guipuzcoanas tendrán una vía de gran capacidad a una distancia inferior a 15 kilómetros, el proyecto de la Banda Ancha Ultra Rápida ofrecerá una velocidad mínima de 300Mbps a los habitantes de los pequeños municipios. Estamos ante la “autovía digital de Gipuzkoa”.
Una infraestructura que favorecerá la eficiencia y eficacia del sector rural y acabará por hacer de Gipuzkoa un territorio aún más competitivo. Sin lugar a duda, beneficiará a las explotaciones y empresas ya existentes y deberá servir para generar nueva actividad económica, incluso en ámbitos hasta ahora desconocidos o inimaginables en las zonas rurales. Y permitidme asegurar que este proyecto contribuirá sustancialmente a la consolidación real de la igualdad, otra de las prioridades de la Diputación, favoreciendo la conciliación de la vida familiar, personal y laboral, gracias a nuevas fórmulas como el tele-trabajo, posible sólo gracias a esta “autovía digital” que estamos promoviendo.
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