Fortalecer Debabarrena

La comarca del Bajo Deba ha sido históricamente una comarca industrial y, gracias a ello, ha disfrutado de un importante bienestar socio-económico. El carácter emprendedor y la colaboración han sido nuestras señas de identidad y siempre hemos avanzado manteniendo estos valores. Unos valores que queremos poner de relieve para salir de la situación de recesión en la que nos encontramos.

Desde hace unos años la industria ha perdido fuerza en Debabarrena; y a ello tenemos que sumar una evidente pérdida de población.

Este declive comenzó con la crisis de 2008 y, ahora, se ha acentuado a consecuencia de la pandemia del COVID-19.

Preocupados por la evolución de nuestra comarca en estos últimos años, hemos visto la necesidad de crear una ponencia en el Parlamento Vasco para hacer frente a la situación. Y con ese fin, tras compartir diagnóstico con las entidades y agentes del Bajo Deba, hemos presentado una iniciativa sustentada en diferentes indicadores, datos y reflexiones.

Por un lado, se ha tenido en cuenta el marcado carácter industrial de nuestro valle, que ha generado un gran número de empresas y empleos, fuente de bienestar durante décadas. La pérdida de empleo industrial y el cierre de empresas han hecho que se vea amenazado un ecosistema industrial clave para el mantenimiento de empresas tractoras y de sectores tradicionalmente fuertes en Debabarrena.

Es por ello que nos enfrentamos a dos retos fundamentales: el necesario proceso de regeneración de la red industrial y la atracción de nuevos proyectos de inversión y reinversión.

Por otra parte, hemos sufrido una importante pérdida de población con un descenso del 15,6% en las dos últimas décadas, aunque –cabe matizar- esta situación se ha recuperado algo en los últimos años gracias a la llegada de extranjeros.

Además, el envejecimiento de la población es evidente; y aunque este proceso no es algo exclusivo de nuestra comarca, podemos concluir que es más evidente que en otros lugares.

Otros indicadores de la situación socioeconómica también ofrecen datos peores que la media del territorio de Gipuzkoa: las cifras de paro, las tasas de pobreza o las de exclusión social, especialmente en algunas localidades.

Por último, la orografía de nuestra comarca nos ha llevado a tener un complejo desarrollo urbano, más en unos pueblos que en otros. Y la salida de pequeñas industrias y empresas de los núcleos urbanos nos ha dejado barrios con importantes necesidades de regeneración y, en muchos casos, con necesidades de intervención integral.

El desarrollo de proyectos de regeneración urbanística en determinados barrios y zonas urbanas o la rehabilitación del parque de viviendas, especialmente en los barrios más vulnerables, nos ayudarán a lograr la cohesión y el equilibrio social.

Teniendo en cuenta todo ello, hemos considerado necesario hacer frente a la situación de nuestra comarca analizando su situación en el Parlamento Vasco para, a continuación, tomar diferentes medidas y poner en marcha un proceso de revitalización, escuchando a entidades y agentes, tanto locales como de otros ámbitos.

Queremos un desarrollo territorial equilibrado de Euskadi y, para ello, es imprescindible apostar decididamente por nuestras comarcas, fortalecer su actividad económica, garantizar la calidad de vida y mejorarla. Se trata de crear un proyecto territorial real que rompa con las actuales tendencias de polarización.

Irune Berasaluze Lazkano

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